Preparar y mantener una pradera

La presente Información se encuentra actualizada a fecha 26-10-2020

Frente a una extensión uniforme verde pero algo monótono quizás sea preferible el prado tradicional, la pradera libre, donde las clásicas gramíneas del césped –dominantes- coexisten con las margaritas y otras especies autóctonas de flores primaverales.

Preparación y mantenimiento

Grandes espacios: Una pradera de este tipo requiere una superficie extensa. Por otra parte, sólo puede alcanzar el equilibrio en un mínimo de unos 200 metros cuadrados. En un terreno amplio, es conveniente para los fondos o las partes alejadas de la casa. También puede disponerlo al pie de los árboles frutales que se cosechan cuando la hierba está cortada, en especial manzanos y perales.

Preparación: una pradera natural se prepara del mismo modo que una zona de césped. Por tanto, conviene ahuecar el terreno con un motocultor provisto de fresas. Pero, al revés que el césped clásico, las especies sembradas prefieren una tierra relativamente pobre y no es preciso aportar humus.

No se puede pisar: al revés que un cuadro de césped que ha dejado crecer, pero manteniéndolo relativamente bajo, en una pradera de este tipo los niños no pueden jugar. Efectivamente, cuando la hierba está alta hay que abstenerse de pisarla. Por otra parte, después de cortarla se vuelve amarilla y de aspecto poco denso, aunque enverdece rápidamente.Un bonito espectáculo: su principal interés es que ofrece un bonito espacio de hierbas altas, constelado de flores diversas y balanceado por el viento como un mar. Además, el prado atrae a las abejas, las mariposas y todo tipo de fauna beneficiosa, y difunde perfumes agradables. Da al jardín el aspecto de un campo de verdad. Siegue para abrir caminos periféricos, a fin de que las semillas no caigan en los arriates.

Siega: la hierba de las praderas tradicionales se siega generalmente dos veces, la primera en junio y la segunda (renadío) hacia finales de verano. Este ritmo permite que las flores de primavera produzcan sus semillas; el corte se realiza cuando éstas ya están maduras y comienzan a caer, lo que permite a las platas resembrarse.

Mezcla de semillas, ¡Atrévete!

Las semillas para praderas naturales se venden con el nombre de mezcla campestre o césped florido. Busque mezclas que incluyan gramíneas de crecimiento lento, es decir, festucas, así como numerosas flores silvestres, por ejemplo: aquilea, canastillo, arábide, ojos de los sembradores…

La proporción es del orden de un 15% de semillas de flores y un 85% de gramíneas, y la mezcla se realiza justo antes de la siembra.

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